ovnis

jueves, 16 de diciembre de 2010

HOMBRES DE NEGRO - EL CASO DAHL



La mayoría de la gente no tiene otra noción acerca de los "Men In Black" que la surgida de las películas de Will Smith y Tommy Lee Jones. Por eso, piensan que son personajes de ficción, quizás surgidos de una historieta, tan "reales" como pueda serlo el Hombre Araña.

Pero la literatura ufológica nos acerca otra versión. Los "Hombres de Negro" serían, de acuerdo a este enfoque, personas perfectamente reales con una función bastante más siniestra que sus pares de ficción: se dedicarían a intimidar testigos de sucesos vinculados con OVNIs, así como a amenazar a los investigadores de dicho fenómeno.

Y todo ello desde el comienzo de la "era moderna" de los OVNIs , datado en 1947.


Efectivamente, su primer aparición documentada se registra en el Caso Dahl:
Harold Dahl era tripulante de una lancha guardacostas de USA, que el21 de junio de 1947 estaba cumpliendo funciones en Puget Sound (Washington). Tres hombres tripulaban la lancha, donde también estaba el hijo de Dahl (de quince años) y su perro.
En determinado momento se internaron en una ría, frente a la cual se halla una isla (Maury Island) muy poco poblada. Al maniobrar para acercarse a la isla, observaron algo completamente inusual: seis objetos enormes de forma discoidal (Dahl los describiría luego como "seis donnas") se encontraban estacionarios a gran altura.
Dahl comenzó a tomar fotos de los objetos cuando sucedió algo inesperado: dos de ellos se "tocaron" y, producto del roce, se desprendió una sustancia (que los testigos describirían como "metal líquido") que comenzó a caer sobre la lancha. De resultas de ello, el hijo de Dahl saldría con un brazo herido y el perro del muchacho moriría.
La tripulación de la lancha maniobró como pudo para refugiar la embarcación en la costa. Pasado el pánico, constataron que los objetos voladores habían desaparecido y que, sobre la cubierta, había residuos sólidos del material caído. Dahl procedió a recogerlos tras atender a su hijo. Y regresaron a su base.



Las sorpresas seguirían para Harold Dahl. Para empezar, al revelar las fotografías constataría que los negativos aparecían cubiertos de manchas blancas, sin posibilidad de rescatar imagen alguna.
A la mañana siguiente, aparecieron los Hombres de Negro: recibió muy temprano la visita de un hombre con traje, corbata y sombrero de ese color. Esa persona parecía saber todo sobre el incidente del día anterior y sobre el expediente laboral de Dahl. Luego de detallar punto por punto lo acontecido, lo instó a "olvidarse" del tema diciéndole que sería lo mejor para él.
Pero Dahl no hizo caso del extraño personaje ni de su advertencia. Esa misma tarde se presentó acompañado de un tal Fred Crisman en su trabajo e informó a su superior, el cual se puso en contacto con la Fuerza Aérea, que envió a un oficial para recoger los negativos fotográficos y el material caído de los artefactos.
Cuando este oficial, de apellido Dawson, tras entrevistarse con Dahl y hacerse de las pruebas, se disponía a regresar a su base en Hamilton, ocurrió un incidente que selló todo el hecho: a veinte minutos del despegue, su avión se incendió y terminó estrellándose. Sin sobrevivientes.
Harold Dahl mantuvo un perfil bajo y no volvió a referirse al tema. Sólo accedió a conceder una entrevista a Kenneth Arnold (el famoso testigo OVNI de la misma época), que estaba preparando un libro ("The coming of the saucers").


Mucha gente afirma que todo el episodio en sí fue un fraude. Que lo que Dahl dio al oficial Dawson como "prueba" era un negativo arruinado por él mismo y un trozo de chatarra común y corriente. Que quería ganar dinero vendiendo su falsa historia a una revista. Quizás.

Pero hay misterios dentro del misterio:
  • Es extraño que un oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea fuese engañado por un negativo "arreglado" y unos trozos de chatarra. Además, si todo lo concerniente a los OVNIs se reducía a errores y fraudes, ¿por qué despacharon los militares a alguien para investigar?
  • Del mismo modo: ¿Por qué el FBI se interesó en el tema y envió agentes para realizar su propia investigación?
  • Con el tiempo, se supo que Fred Crisman era agente de la CIA y lo había sido de la OSS (su antecesora). ¿También fue engañado por Harold Dahl? (en ese caso, Dahl era un genio que había logrado embaucar a tres organismos de inteligencia....)
Y hay algo aún más raro. Después que el libro de Kenneth Arnold fue publicado (en 1952), una persona que se identificó como "coronel Sanders" telefoneó al autor para combinar una cita: afirmó que podía probar que el incidente de Harold Dahl era un fraude de principio a fin.
Cuando se entrevistaron, el tal Sanders extrajo de un maletín unos paquetes etiquetados con sellos militares. Los abrió y volcó sobre la mesa su contenido: unos residuos metálicos amorfos. Se los mostró a Arnold y le dijo que eran restos que Dahl había conservado (aparte de los que entregó al oficial Dawson).
Insistió, riendo, en que se trataba de simples trozos de chatarra común y corriente. Según él, habían sido analizados y eran pura basura. "Es más, a nadie le importa si los tiro. Pero antes quise que usted los viera con sus propios ojos y constatara que Dahl es un farsante", dijo el hombre.
Todo muy convincente. Pero cuando Arnold, que los estaba examinando a simple vista, hizo ademán de guardar un trozo en su bolsillo, el tal Sanders se lo impidió ofuscado, juntó todo y se retiró sin más trámite. ¿Por qué, si era simple chatarra que iba a la basura?
Demasiada gente se interesó en entorpecer las cosas y sembrar desinformación sobre este "fraude", ¿no les parece?

MIB: Hombres de Negro


Amedida que aumentan las observaciones de OVNIS, crece también la persecución de que son objeto los testigos... Las visitas de los siniestros hombres de negro, siempre amenazadoras o cuanto menos inquietantes, consiguen a menudo silenciarlos.

¿Quienes Son Los Hombres De Negro?

Son los HDN seres extraterrestres, o por el contrario pertenecen a la CIA.
Este es un gran misterio que la policía, los científicos y algunos ufólogos no han querido o no han podido investigar a fondo por lo tanto, no han comprendido en su cabal dimensión. Los llamados Hombres de Negro, es un tema difícil y escabroso para muchos. 
Existen muchas especulaciones; unos comentan que son agentes de la KGB, de la desaparecida Unión Soviética, otros afirman que son agentes del FBI; otros mas opinan que son un grupo terrorista financiado por las mafias norteamericanas e italianas; otros cuantos mas señalan que son un grupo de brujos y hechiceros que han formado una "Orden Secreta" y que realizan practicas ocultistas, y el restante opina que son extraterrestres o "espías cósmicos".
Para contrarrestar todo este mar de dudas he aquí un breve , pero sustancioso articulo en el que tratamos la verdad acerca de los enigmáticos Hombres de Negro...
Para ubicar el origen de los llamados Hombres de Negro, hay que levantar la mirada hacia el espacio exterior. Efectivamente, hay que ubicarlos en el Cosmos. Son extraterrestres; una especie de "espías siderales", los cuales están formados por "agentes especiales" provenientes de distintas razas de alienígenas.

 

Objetivos Que Persiguen

El objetivo primordial es establecer la paz mundial. Están infiltrados entre el "bajo mundo" y de alguna manera impiden muchas masacres y destrucciones. Ellos son los responsables de la desactivación misteriosa de las armas nucleares que un país piensa arrojar a otro. Hacen llamadas anónimas a las autoridades con el fin de delatar a grandes mafias del narcotráfico. Protegen sin que se de cuenta nadie, a hombres importantes que son piezas claves en el mundo, cuya muerte podría provocar conflictos tremendos y hasta una Tercera Guerra Mundial.

 

Están En Todas Partes

Existen Hombres de Negro en el Pentágono, en el Kremlin, en Inglaterra, China, Japón, en todas partes de los cinco continentes. Las personas que los han visto los describen como "varones humanoides vestidos impecablemente con traje o con ropa negra".
Testimonios de decenas de personas los han visto descender de naves espaciales y detrás de cada suceso de importancia mundial.

 

Comunicación "Telepática"

Estos hombres casi no hablan.... Actúan. Se comunican telepáticamente entre ellos y tienen sus misiones que cumplir y su "territorio" que cuidar. Tres Hombres de Negro cuidaron a Margareth Thatcher cuando era presidenta del Reino Unido. Algunos otros estuvieran cuidando a Nixon hasta que sucedió el caso "Watergate". Cada  presidente norteamericano tiene dos a cuatro Hombres de Negro que los cuidan.

 

Nadie Los Ha Contratado

Lo singular del asunto es que nadie los ha contratado y muy poca gente los ha visto. Son mandados por potencias extraterrestres para cuidar la estabilidad del planeta...... 

 

Conspiración A Albert Bender 

Albert Bender, investigador que dijo saber el origen y propósito verdadero de los ovnis pero no pudo hacer publico su descubrimiento por causa de los Hombres de Negro.
"Viajé a lo Fantástico y encontré la respuesta", declaró Albert Bender, director del International Flying Saucer Bureau, organización amateur dedicada a los OVNIS, del estado norteamericano de Connecticut. "Sé qué son los platillos voladores." Desgraciadamente, el resto del mundo no se ha enterado, ya que a Bender se le impidió comunicar su descubrimiento al mundo. Como otros, recibió la visita de tres siniestros hombres vestidos de negro que consiguieron amedrentarle.
Bender tenía la intención de publicar sus decisivos descubrimientos en su propia revista, Space Review. Pero antes de hacerlo le pareció que debía exponer sus ideas a un colega. Le envió pues su articulo por correo y, pocos días después, llegaron los hombres.
Bender, que se había echado un momento en su cama porque no se encontraba muy bien, notó la presencia de "tres figuras oscuras" en la habitación. Las figuras se volvieron más claras. Todas vestían ropas oscuras. Parecían clérigos, pero llevaban sombreros de tipo Homburg. Era difícil distinguir sus caras porque los sombreros las ocultaban parcialmente y las sombreaban. La sensación de miedo desapareció... Súbitamente, los ojos de las tres figuras se iluminaron como linternas eléctricas concentrándose en mi. Parecían quemarme el alma y el dolor que sentía sobre los ojos se volvió casi insoportable. Entonces sentí que en aquel momento me estaban transmitiendo un mensaje por telepatía».
Sus visitantes confirmaron que Bender tenía razón en sus suposiciones acerca de la verdadera naturaleza de los OVNIS -uno de ellos llevaba consigo el informe de Bender- y le proporcionaron información adicional. Esto le aterrorizó tanto que se sintió muy dispuesto a aceptar sus exigencias de que cerrara su organización y dejara de publicar su revista. Se le dijo que no debía decir la verdad a nadie "por su honor de ciudadano americano".
¿Pretendería Bender que alguien crea su historia? Sus amigos y colegas quedaron atónitos; uno de ellos, Gray Barker, publicó un libro sensacionalista, They knew too much about flying saucers (Sabían demasiado sobre los platillos voladores), y el mismo Bender proporcionó una versión aún más extraña en su Flying Saucers and the Three Men (Platillos volantes y los tres hombres), publicado unos años después, en respuesta a los insistentes pedidos de sus ex-colegas. En él relataba una descabellada historia acerca de naves espaciales con bases en la Antártida, teoría que figura entre las más rebuscadas que se han dedicado a este tema. Se ha sugerido que la inverosimilitud de la historia de Bender se proponía despistar a los investigadores serios de OVNIS.
Créase o no, la versión original de la visita de los tres desconocidos presenta un enorme interés para los investigadores de OVNIS, por que existen muchos informes similares, provenientes a veces de personas que difícilmente pueden haberse enterado de la experiencia de Bender. Tanto quienes ven OVNIS como quienes los investigan pueden ser visitados por hombres de negro (HDN) y aunque la mayoría de los informes provienen de los Estados Unidos, hay otros que llegaron de Suecia, Italia, Gran Bretaña y México. Por otra parte, las visitas de los HDN se han venido produciendo durante tres décadas, al igual que las oleadas más importantes del fenómeno OVNI, y bien pueden haber tenido precursores en siglos anteriores.
Como la historia de Bender, la mayoría de los informes posteriores no sólo contienen detalles poco posibles, sino que son auténticamente ilógicos; prácticamente en todos los casos parecen existir más razones para descreer que para creer. Pero esto no elimina el misterio; simplemente exige que lo estudiemos desde otra perspectiva. Porque, hayan sucedido o no estas cosas, el hecho es que alguien informó acerca de ellas y, ¿por qué tanta gente iba a relatar estas extrañas y siniestras visitas, de forma independiente y, con frecuencia, de mala gana? ¿Y por qué sus relatos se parecen tanto entre si, y contribuyen de este modo a confirmar unas pautas persistentes que caracterizan uno de los mitos -o realidades- más poderosos de nuestro tiempo?

El Estereotipo Del Mito

Los HDN son los llamados agentes del silencio
El informe típico sobre HDN es más o menos como sigue: poco después de haber observado un OVNI, el sujeto (que puede ser un testigo o un investigador) recibe una visita. Con frecuencia, esto ocurre tan pronto que todavía no se ha producido un informe oficial ni una publicación. Para abreviar, los visitantes no pueden haber obtenido de forma normal la información que sin duda poseen: nombres, direcciones, detalles acerca del incidente y de la gente implicada.
La víctima está, casi siempre, sola en el momento de la visita, generalmente en su propia casa. Sus visitantes, que suelen ser tres, llegan en un gran coche negro. En Estados Unidos suele ser un prestigioso Cadillac, pero pocas veces de un modelo reciente. Al mismo tiempo, aunque se trata de un automóvil antiguo, lo más frecuente es que esté en perfectas condiciones, que esté escrupulosamente limpio por dentro y reluciente por fuera, y que presente incluso el inconfundible olor a "coche nuevo". Si el sujeto anota el número de matrícula y lo investiga, descubre siempre que se trata de un número inexistente.
Los visitantes son casi siempre hombres; muy raramente aparece una mujer, pero nunca más de una. Su aspecto se ajusta a la imagen estereotipada de un agente de la CIA o de los servicios secretos: llevan trajes oscuros, sombreros oscuros, corbatas oscuras, zapatos y calcetines oscuros, pero camisas blancas; los testigos comentan a menudo su aspecto impecable... toda la ropa que llevan parece recién comprada.
Las caras de los visitantes son descritas como vagamente extranjeras, casi siempre "orientales"; muchas descripciones hablan de ojos almendrados. Cuando su piel no es oscura, tienden a estar muy tostados. A veces aparecen toques extraños; en el caso del doctor Hopkins, que relataremos más adelante, el hombre de negro ¡parecía llevar los labios pintados de rojo! Los HDN tienen en general rostros serios y carentes de expresión; sus movimientos son rígidos y torpes. Su actitud es formal, fría, siniestra, casi amenazadora; nunca son simpáticos, aunque tampoco demuestran hostilidad. Los testigos han sugerido muchas veces que no parecían humanos.
Algunos HDN exhiben documentos de identidad y, por cierto, han aparecido llevando uniformes de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos u otros uniformes. Pueden mostrar tarjetas de identidad, pero como la mayor parte de la gente no reconoce las tarjetas de la CIA u otros servicios "secretos", eso no demuestra nada. Si dan sus nombres y el testigo trata de confirmarlos, descubre invariablemente que son falsos.
La entrevista incluye a veces un interrogatorio y, otras, una simple advertencia. De todos modos, los visitantes, aunque hacen preguntas, están muy bien informados y tienen acceso a informaciones secretas. Hablan con frases y entonación perfectas -a veces, demasiado perfectas- y su lenguaje suele tener reminiscencias del de los "malos" convencionales de las películas policíacas: "¡Caramba, señor Fulano; me temo que no me está diciendo la verdad!", "Señor Mengano. yo que usted no enviaría ese informe", amenazas corteses que tanto gustaban a los guionistas de Hollywood.
La visita termina casi invariablemente con una advertencia sobre la necesidad de no hablar con nadie del incidente (si se trata de un testigo) o de abandonar la investigación (si se trata únicamente de un investigador). A menudo se le amenaza con actos violentos. Y los HDN desaparecen tan súbitamente como habían llegado.
La mayor parte de los ufólogos de los OVNIS narrarían una historia como la precedente si se les pidiera que describieran una típica visita de HDN. Sin embargo, un examen comparativo indica que visitas tan "perfectas" ocurren pocas veces. Un estudio de 32 de los casos más detallados y fiables revela que muchos rasgos difieren de la historia arquetípica: en cuatro casos no se produjeron visitas, sino llamadas telefónicas, y, de los restantes, en cinco ocasiones había tres hombres, en dos había cuatro, en cinco había dos y en los demás un solo visitante.
Aunque el aspecto y la conducta de los visitantes se adapta en general al prototipo, varían de lo totalmente natural a lo totalmente estrafalario. El coche, pese a que en Estado Unidos es el medio de transporte más común, sólo es mencionado en un tercio de los informes; en cuanto a los detalles pintorescos -el Cadillac, el modelo anticuado, en perfecto estado- son más bien la excepción. De 22 informes norteamericanos, sólo 9 mencionan el coche; de éstos sólo tres eran Cadillac, sólo dos negros y sólo dos modelos antiguos.
Por otra parte, estos detalles arquetípicos tienden a ser más notorios en casos menos fiables, particularmente aquellos protagonizados por investigadores y no por quienes han visto un OVNI. Este hecho será relevante cuando consideremos las posibles explicaciones del fenómeno HDN.
Sin embargo, aunque el caso "ideal" de HDN no es universal en la práctica, tiene valor como una especie de retrato-robot, en el que figuran todos los rasgos que han sido observados. Quizás el caso que más se acerca al arquetipo sea el de Robert Richardson, de Toledo (Ohio), quien en julio de 1967 informó a la Aerial Phenomena Research Organization (Organización de investigación de Fenómenos Aéreos, APRO), que había chocado con un OVNI mientras conducía por la noche. Al salir de una curva, se había enfrentado con un extraño objeto que bloqueaba el camino; no había podido frenar a tiempo y lo había golpeado, aunque no con mucha fuerza. Justo después del impacto, el OVNI desapareció. Los policías que volvieron con Richardson al lugar sólo hallaron las marcas de su frenazo, pero en una visita posterior encontró un trocito de metal que, según él, podría provenir del OVNI.
Los HDN amenazaban a los contactados con no hablar sobre lo que habían visto
Tres días después, a las 11 de la noche, dos hombres de algo más de veinte años aparecieron en casa de Richardson y le interrogaron unos 10 minutos. No se identificaron, y Richardson -que después se sorprendió al recordarlo- no les preguntó quiénes eran. No estuvieron hostiles ni amenazadores; se limitaron a interrogarle. Observó que se marchaban en un Cadillac negro de 1953, o sea un modelo fabricado 14 años antes; cuando se investigó el número de la matrícula se descubrió que aún no había sido atribuido, lo cual demostraba que, fuesen cuales fuesen sus visitantes, se trataba de impostores.
Una semana después, Richardson recibió una segunda visita de dos hombres diferentes que llegaron en un Dodge moderno. Llevaban trajes negros y tenían la tez oscura; aunque uno de ellos hablaba perfectamente el inglés, el segundo tenía acento, y Richardson pensó que los dos tenían algo de extranjero. Al principio parecían tratar de persuadirlo de que no había chocado con nada, pero después le reclamaron el trozo de metal. Cuando les dijo que lo había entregado a la APRO para su análisis, lo amenazaron: "Si quiere que su esposa siga siendo bonita, le conviene recuperar el trozo de metal."
La existencia de ese fragmento de metal sólo la conocían Richardson, su esposa y dos socios importantes de la APRO; aparentemente, los dos desconocidos sólo podían haberse enterado de su existencia poniendo una escucha en su teléfono o en el de la APRO. No había una vinculación clara entre los dos pares de visitantes pero ambos compartían el acceso a informaciones que no eran del dominio público. Y quizás esa sea la clave del misterio que encierran los HDN.

Hombres de Negro

Están relacionados con la visualización de OVNIs y los encuentros con ellos. Diversas personas que afirmaron haber visto OVNIs, o haber sido secuestrados por los tripulantes de dichas naves, o haber experimentado lapsos de "tiempo olvidado" de los que nada recuerdan, a veces han sido visitadas posteriormente por los llamados Hombres De Negro (MIB). Son "hombres vestidos completamente de negro" que disuaden a las personas de que sigan insistiendo en sus afirmaciones.
 Supuestamente, los MIB también han amenazado y hostigado, a estas personas y sus familiares, atribuyéndoseles incluso la muerte de varias de esas personas. Otros dicen que los MIB están en combinación con los ETs que se encuentran cooperando en el Área 51. Al parecer, los MIB han estado activos en los Estados Unidos desde 1947, a partir de los primeros informes sobre los "platillos voladores".
Uno de los primeros informes sobre una visita de los MIB (un caso típico) se originó en 1953 en Bridgeport, Connecticut, y su autor fue Albert K. Bender, oficinista de una fábrica y entusiasta de los OVNIs y de los filmes de horror. Bender organizó una oficina internacional sobre platillos voladores, y gracias a sus investigaciones, creyó haber descubierto el origen de los extraterrestres y la razón de sus visitas a nuestro planeta. Le escribió a un amigo sobre el particular y, después de haber puesto la carta en el correo, recibió la visita de tres hombres vestidos con traje negro. Uno de ellos tenía en sus manos la carta. Tras la visita, Bender enfermó. Actuaba "como si le hubieran hecho una lobotomía"-según expresión de un amigo- y padecía de fuertes dolores de cabeza que, según decía, le eran infligidos por "ellos". Si pensaba en revelar sus descubrimientos, era inmediatamente afectado por un terrible dolor de cabeza. Al final, Bender abandonó todos sus proyectos relacionados con los OVNIs.
Las informaciones sobre los MIB presentan algunas características comunes. Muestran predilección por las ropas negras o de colores oscuros, con anteojos también en tonos oscuros. Hubo testigos que afirmaban que sus voces eran igualmente extrañas, monótonas, monocordes, de timbre penetrante.
Se comenta que los MIB visitan en su casa a gente que afirmó haber visto un OVNI, sin anunciarse y en grupos de tres. A veces se ha presentado después del avistamiento, pero antes de que la persona se haya puesto en contacto con las autoridades o con alguna sociedad relacionada con los OVNIs. ¿Cómo sabían del avistaje?
A menudo se hicieron pasar por representantes del gobierno federal o de la Inteligencia militar. Curiosamente parecían conocer bastante bien los datos personales de los visitados. Algunas personas informaron que los MIB han recurrido a la intimidación, las amenazas y el hostigamiento para terminar con su interés en los OVNIs y con sus investigaciones sobre los mismos. Los MIB han intentado persuadir a personas que avistaron un OVNI que en realidad no habían visto lo que creyeron ver.

El informe típico sobre los MIB es que poco después de haber observado un OVNI, el sujeto (que puede ser un testigo o un investigador) recibe una visita. Con frecuencia, esto ocurre tan pronto que todavía no se ha producido un informe oficial ni una publicación. Como se dijo antes: ¿Cómo sabían los MIB que el visitado había visualizado un aparato alienígena? Además, los misteriosos Hombres de Negro no pueden haber obtenido de forma normal la información que sin duda poseen: nombres, direcciones, detalles acerca del incidente y de la gente implicada.
El sujeto investigado está, casi siempre, solo en el momento de la visita, generalmente en su propia casa. Sus visitantes, que suelen ser tres, llegan en un gran coche negro.  Su aspecto se ajusta a la imagen estereotipada de un agente de la CIA o de los servicios secretos: llevan trajes oscuros, sombreros oscuros, corbatas oscuras, zapatos y calcetines oscuros, pero camisas blancas; los testigos comentan a menudo su aspecto impecable... toda la ropa que llevan parece recién comprada. Los MIB tienen en general rostros serios y carentes de expresión; sus movimientos son rígidos y su actitud es formal, fría, siniestra, casi amenazadora; nunca son simpáticos, aunque tampoco demuestran hostilidad. Los testigos han sugerido muchas veces que no parecían humanos.

Aunque la mayoría de los incidentes en que se han visto envueltos los MIB están relacionados con los OVNIs, también se ha informado sobre ellos en relación con el avistaje de los ETs llamados grises, similares a los que cayeron en Roswell.
En resumen, los MIB siempre han tratado de evitar que los investigadores de la vida extraterrestre lleguen a conocer la gran verdad
Existen muchas especulaciones; unos comentan que son agentes de la KGB, de la desaparecida Unión Soviética. Otros afirman que son agentes del FBI; otros más opinan que son un grupo que actúa la margen de las autoridades oficiales; algunos señalan que son un grupo de ex agentes que han formado una "Orden Secreta". Los menos opinan que los MIB son extraterrestres o "espías cósmicos".

Entonces, para ubicar el origen de los llamados Hombres de Negro... ¿Hay que levantar la mirada hacia el espacio exterior?  ¿Cierra la teoría de que son agentes extraterrestres, una especie de "espías siderales" provenientes de distintas razas de alienígenas?
Testimonios de decenas de personas los han visto descender de naves espaciales, en compañía de los ETs llamados grises, con los que se comunican telepáticamente.
Sabemos que no existe la telepatía propiamente dicha en el plano físico, así que si hubiera una comunicación entre los MIB y los ETs, sería mediante un "conversor de idioma", aparato que capta los conceptos mentales y los traduce al lenguaje de cada raza.


Desde los años cincuenta la gente que ha investigado seriamente sobre OVNIs han sido repetidamente molestada con misteriosas llamadas telefónicas y entrevistas directas, acompañadas por sutiles amenazas. Han ocurrido accidentes extraños, ha muerto gente en circunstancias misteriosas y, en general, se ha hecho quedar bien claro que investigar demasiado a fondo en la naturaleza de los OVNIs era meterse en problemas. 
Los Hombres de Negro son los responsables de todos estos hechos, tanto de intimidación como de "lavados de cerebro" de aquellos que dijeron ver algo desconocido. Todo el mundo se deshace en conjeturas sobre la identidad de estos hombres de negro. En un principio, los investigadores pensaron si serían agentes del gobierno, porque muchas veces decían ser de la CIA o de las altas jerarquías de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación. Luego, los informes sobre sus visitas se hicieron tan frecuentes que los organismos gubernamentales se empezaron a preocupar y a desmentir los rumores que los asociaban con los MIB. Aparentemente, el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.
En septiembre de 1953, estos individuos visitaron al experto en OVNIs Albert K. Bender, organizador de la oficina internacional de platillos volantes que había emprendido en serio la tarea de aclarar los misterios en torno a dichos objetos voladores.

Bender pensaba que había dado con la solución y poniendo sus opiniones por escrito, las envió por correo a un amigo. Cuando estos individuos llegaron, tenían en su poder el material, que nunca llegó a su destino. Le dijeron que había sido el único entre todos los investigadores en dar con la respuesta. Para su edificación, le añadieron unos cuantos detalles más que no conocía, asustándole de tal forma que se puso enfermo y no probó bocado en varios días. A partir de entonces, Bender fue un hombre cambiado, que no quiso volver a hablar de OVNIs con nadie. Terminó escribiendo un libro titulado Flying Saucers and the Three Men (Los platillos volantes y los tres hombres), en el que dijo que contaría todo lo que le había sucedido. En realidad lo único que hizo fue complicar más las cosas cuando mencionó su proyección astral a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.
Bruce Cathie, estando en Nueva Zelanda, fue abordado en un hotel, durante uno de sus vuelos. Había dado a conocer que llevaba consigo fotografías de las misteriosas antenas que se estaban multiplicando en la zona donde vivía. Tres individuos se hallaban sentados en una mesa cercana, y uno de ellos se le acercó y trató de darle conversación, mientras las fotos estaban sobre la mesa, a su vista. El hombre trató de que Cathie le dijera su nombre y una dirección donde se le pudiera localizar. Cathie estaba preparado para esto y no accedió. Finalmente, se disculpó y subió a su habitación, volviendo a bajar para poner sus fotos en la caja fuerte del hotel. Los hombres ya no estaban allí, y al preguntarle a la chica de recepción cuándo habían pasado por allí, ella le dijo que nadie se había marchado. Pareció como si seres se hubiesen desvaneccido literalmente en el aire.
Otro investigador tuvo una importante demostración aún más espectacular de esta capacidad cuando los tres hombres le visitaron en su trabajo, a primera hora de la mañana, ordenándole que abandonase ciertas líneas de investigación que estaba siguiendo.

Él les aseguró que ya había pensado hacerlo y se marcharon por una puerta cercana. El investigador les siguió inmediatamente, abriendo la puerta sobre un pasillo vacío impregnado de un olor como el que hubiera dejado una fuerte descarga eléctrica. En un instante, los hombres se habían esfumado.
Uno de los más interesantes contactos con los hombres de negro tuvo lugar el 9 de enero de 1967 en casa de Edward Christiansen, en Wildwood, New Jersey. A las cinco y media de la tarde, un hombre de extraño aspecto llamó a la puerta. Cuando le abrieron, dijo que pertenecía a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que el señor Christiansen hubiera heredado mucho dinero. Se hizo pasar al forastero, y se vio que era un tipo poco corriente, con una estatura de casi dos metros, hombros muy anchos, y que debía pesar alrededor de los ciento veinte kilos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina, y un gorro de estilo ruso. Al quitárselo, descubrió una gran cabeza con el pelo cortado al rapé y una zona perfectamente redonda que parecía afeitada. Tenía los ojos saltones como si padeciese de tiroides, y uno de ellos era vidrioso y mal sincronizado con el otro. Gigi, el perro de los Christiansen, le cogió una aversión inmediata, que hizo patente con sus gruñidos y ladridos.
El hombre empezó a hacer una serie de preguntas sobre los datos personales de Edward Christiansen, dando la explicación de que era para averiguar si se trataba del hombre que mencionaba el legado. Tenía una voz curiosamente metálica, que parecía emitida por el altavoz de un computador, monótona y fría. Cuando se sentó, sus pantalones, ya bastante cortos, se levantaron, y Mrs. Christiansen y su hija Connie observaron fascinadas un cable verde que le salía del calcetín y subía por su pierna, pareciendo entrar en ella por una muesca antes de perderse en sus pantalones. Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.
Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar la marcha del hombretón. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una llamada con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue.
Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en California. Él le dió las gracias y colgó. El anterior mes de noviembre, la familia Christiansen había visto un OVNI; parece ser que esto fue lo que provocó la visita de uno de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada la visita ni se le hizo amenaza alguna.
La historia de los MIB está tan llena de incongruencias como todos los demás aspectos de las experiencias con OVNIs. Se han presentado muchas teorías sobre la identidad de estos "hombres". La más coherente es que se trata de ex agentes que no responden a la Seguridad Oficial y están en alianza con ETs del Área 51.

Los hombres de negro 2

                                                 HOMBRES DE NEGRO

Son funcionarios especiales del Área 51, pero no visten de negro porque precisamente lo que buscan es pasar desapercibidos. Su función es desalentar las investigaciones Ovnis desacreditando a quienes los avistan y confundiendo a la opiniòn pùblica de todas las maneras posibles. El asesinato, que disfrazan de accidente, es una de las alternativas que utilizan.

                                                                     ÁREA 51
                           
es el lugar más oculto y misterioso del planeta.

HOMBRES DE NEGRO

¿Quienes son los hombres de negro?

Este es un gran misterio que la policía, los científicos y algunos ufólogos no han querido o no han podido investigar a fondo por lo tanto, no han comprendido en su cabal dimensión. Los llamados Hombres de Negro, es un tema difícil y escabroso para muchos. Existen muchas especulaciones; unos comentan que son agentes de la KGB, de la desaparecida Unión Soviética, otros afirman que son agentes del FBI; otros mas opinan que son un grupo terrorista financiado por las mafias norteamericanas e italianas; otros cuantos mas señalan que son un grupo de brujos y hechiceros que han formado una "Orden Secreta" y que realizan practicas ocultistas, y el restante opina que son extraterrestres o "espías cósmicos".

Para contrarrestar todo este mar de dudas he aquí un breve , pero sustancioso articulo en el que tratamos la verdad acerca de los enigmáticos Hombres de Negro...

Para ubicar el origen de los llamados Hombres de Negro, hay que levantar la mirada hacia el espacio exterior. Efectivamente, hay que ubicarlos en el Cosmos. Son extraterrestres; una especie de "espías siderales", los cuales están formados por "agentes especiales" provenientes de distintas razas de alienígenas.



OBJETIVOS QUE PERSIGUEN

El objetivo primordial es establecer la paz mundial. Están infiltrados entre el "bajo mundo" y de alguna manera impiden muchas masacres y destrucciones. Ellos son los responsables de la desactivación misteriosa de las armas nucleares que un país piensa arrojar a otro. Hacen llamadas anónimas a las autoridades con el fin de delatar a grandes mafias del narcotráfico. Protegen sin que se de cuenta nadie, a hombres importantes que son piezas claves en el mundo, cuya muerte podría provocar conflictos tremendos y hasta una Tercera Guerra Mundial.

ESTÁN EN TODAS PARTES

Existen Hombres de Negro en el Pentágono, en el Kremlin, en Inglaterra, China, Japón, en todas partes de los cinco continentes. Las personas que los han visto los describen como "varones humanoides vestidos impecablemente con traje o con ropa negra".

Testimonios de decenas de personas los han visto descender de naves espaciales y detrás de cada suceso de importancia mundial.

COMUNICACIÓN "TELEPÁTICA"

Estos hombres casi no hablan.... Actúan. Se comunican telepáticamente entre ellos y tienen sus misiones que cumplir y su "territorio" que cuidar. Tres Hombres de Negro cuidaron a Margareth Thatcher cuando era presidenta del Reino Unido. Algunos otros estuvieran cuidando a Nixon hasta que sucedió el caso "Watergate". Cada  presidente norteamericano tiene dos a cuatro Hombres de Negro que los cuidan.

NADIE LOS HA CONTRATADO

Lo singular del asunto es que nadie los ha contratado y muy poca gente los ha visto. Son mandados por potencias extraterrestres para cuidar la estabilidad del planeta......

EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE HOMBRES DE NEGRO

¿ HOMBRES DE NEGRO o SILENCIADORES REALES ?

Desde los años cincuenta la gente que ha investigado seriamente sobre ovnis han sido repetidamente molestada con misteriosas llamadas telefónicas y entrevistas directas, acompañadas por feroces amenazas. Han ocurrido accidentes extraños, ha muerto gente en circunstancias misteriosas y, en general, se ha hecho quedar bien claro que investigar demasiado a fondo en la naturaleza de los ovnis era meterse en problemas. Estos suelen adoptar meen in black la forma de los "hombres de negro". Donde aparecen, lo hacen normalmente en grupos de tres, vestidos con trajes negros y calzados con zapatos de gruesas suelas de crèpe. Unas veces van a la moda y otras con m3n in black varias décadas de retraso. Las ropas son nuevas, y todos los objetos que llevan parecen salidos de fábrica. Suelen llegar en un Cadillac tipo limousine o, en una ocasión concreta, en un Buick negro de un modelo anticuado pero que olía por dentro como coche nuevo.
Todo el mundo se deshace en conjeturas sobre la identidad de estos hombres de negro. En un principio, los investigadores pensaron si serían agentes del gobierno, porque muchas veces decían ser de la C.I.A. o de las altas jerarquías de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, mmen in black exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación. Luego, los informes sobre sus visitas se hicieron tan frecuentes que los organismos gubernamentales se empezaron a preocupar y a desmentir los rumores que los asociaban con los hombres de negro. Aparentemente, el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.

En septiembre de 1953, estos men in lack individuos visitaron al experto en ovnis Albert K. Bender, organizador de la oficina internacional de platillos volantes que había emprendido men i black en serio la tarea de aclarar los misterios en torno a los ovnis. Bender pensaba que había dado con la solución, y poniendo sus opiniones por escrito, las envió por correo a un amigo. Cuando estos individuos llegaron, tenían en su poder el material, que nunca llegó a su destino. Le dijeron que había sido el único entre todos los investigadores en dar con la respuesta. Para su edificación, le añadieron unos cuantos detalles más que no conocía, asustándole de tal forma que se puso enfermo y no probó bocado en varios días. A partir de entonces Bender fue un hombre cambiado, que no quiso volver a hablar de ovnis con nadie. Terminó escribiendo un libro titulado Flying Saucers and the Three Men (Los platillos volantes y los tres hombres), en el que dijo que contaría todo lo que le había sucedido. En realidad lo único que hizo fue complicar más las cosas cuando mencionó su proyección astral a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.

Bruce Cathie, estando en Nueva Zelanda, fue abordado en un hotel, durante uno de sus vuelos. Había dado a conocer que llevaba consigo fotografías de las misteriosas antenas que se estaban multiplicando en la zona donde vivía. Tres individuos se hallaban sentados en una mesa cercana, y uno de ellos se le acercó y trató de darle conversación, mientras el sobre estaba sobre la mesa, a su vista. El hombre trató de que Cathie le pusiera en él un nombre y una dirección donde se le pudiera localizar. Cathie estaba preparado para esto y no accedió. Finalmente, se disculpó y subió a su habitación, volviendo a bajar para poner sus fotos en la caja fuerte del hotel. Los hombres ya no estaban allí, y al preguntarle a la chica de recepción cuándo habían pasado por allí, ella le dijo que nadie se había marchado. Parece que estos seres tienen la desconcertante costumbre de desvanecerse literalmente en el aire.

Otro investigador tuvo una importante demostración aún más espectacular de esta capacidad cuando los tres hombres le visitaron en su trabajo, a primera hora de la mañana, ordenándole que abandonase ciertas líneas de investigación que estaba siguiendo. El les aseguró que ya había pensado hacerlo, y se marcharon por una puerta cercana. mn in black El les siguió inmediatamente, abriendo la puerta sobre un pasillo vacío impregnado de un olor como el que hubiera dejado una fuerte descarga eléctrica. En un instante, los hombres se habían esfumado. en in black

En su libro The Mothman Prophecies (Las profecías del Hombre Polilla), John Keel tiene constantes tropiezos con los Hombres de Negro. Estos intervienen sus llamadas telefónicas, tratan de secuestrar a los que han tenido contacto con los ovnis, amenazan a todo el mundo, y hacen la vida imposible dondequiera que vayan. A veces se expresan con bastante claridad; otras parecen tener problemas para transmitir unas ideas que tengan sentido.
                      ( FOTO REAL DE UN HOMBRE DE NEGRO TOMADA EN EL AÑO 1965 )

Uno de los más interesantes contactos con los hombres de negro tuvo lugar el 9 de enero de 1967 en casa de Edward Christiansen, en Wildwood, New Jersey. A las cinco y media de la tarde, un hombre de extraño aspecto llamó a la puerta. Cuando le abrieron, dijo que pertenecía a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que el señor Christiansen hubiera heredado mucho dinero. Se hizo pasar al forastero, y se vio que era un tipo poco corriente, con una estatura por lo menos de dos metros, hombros muy anchos, y que debía pesar alrededor de los ciento cincuenta kilos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina, y un gorro de estilo ruso. Al quitárselo, descubrió una gran cabeza con el pelo cortado al rape y una zona perfectamente redonda que parecía afeitada. Tenía los ojos saltones como si padeciese de tiroides, y uno de ellos era vidrioso y mal sincronizado con el otro. Gigi, el perro de los Christiansen, le cogió una aversión inmediata, que hizo patente con sus gruñidos y ladridos.

El hombre empezó a hacer una serie de preguntas sobre los datos personales de Edward Christiansen, dando la explicación de que era para averiguar si se trataba del hombre que mencionaba el legado. Tenía una voz curiosamente metálica, que parecía emitida por el altavoz de un computador, monótona y fría. Cuando se sentó, sus pantalones, ya bastante cortos, se levantaron, y Mrs. Christiansen y su hija Connie observaron fascinadas un cable verde que le salía del calcetín y subía por su pierna, pareciendo entrar en ella por una muesca antes de perderse en sus pantalones. Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó, y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.

Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar la marcha del hombretón. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una llamada con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue.

Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en California. El le dió las gracias y colgó. El anterior mes de noviembre, la familia Christiansen había visto un ovni; parece ser que esto fue lo que provocó la visita de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada la visita ni se le hizo amenaza alguna.

La saga de los Hombres de Negro está tan llena de incongruencias como todos los demás aspectos de las experiencias con ovnis. Pero lo que realmente me interesa es que se ajustan como un guante a la teoría de los aliados que adoptan la forma que el espectador espera. ¿Qué epopeya cósmica no estaría completa si su trinidad de individuos que representan a las fuerzas del mal, que hacen retroceder a los valientes investigadores en un espléndido combate de gladiadores, las fuerzas de la luz contra el poder de las tinieblas? men in black mp3 Llegan, con un perfecto estilo gángster, en limousines negras, y vestidos con trajes negros a la moda de los años veinte. Todo lo suyo es raro: sus ropas, su manera de hablar; sus carteras, peines y efectos personales son siempre nuevos; sus coches, aunque sean modelos antiguos, tienen el aspecto y el olor de salir de fábrica. El "metálico" visitante de los Christiansen parecía casi una réplica del monstruo de Frankenstein, con voz de computador, cable subiéndole por la pierna y todo el equipo. También es interesante el detalle del vaso de agua, porque todo gasto considerable de energía psíquica parece quemar la humedad del cuerpo. El individuo concretó mucho la duración de la visita: sólo cuarenta minutos... ¿Es ése el tiempo durante el cual un aliado o compositum puede sostener la apariencia de un cuerpo físico?the black men calendars Se han presentado muchas teorías sobre la identidad de estos "hombres".

( FOTO DE DESCRIPCIÓN DE UNO LOS MIB QUE OBSERVO EN EL DESIERTO JONYE SANZ MUSICO COUNTRYE HACE 34 AÑOS )

Unos dicen que son agentes black men in calendars del gobierno americano; otros que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra, desconocida de los hombres. Existe men in black - will smith también la teoría de que son los "malos" entre nuestros hermanos del espacio, sean quienes fueren. A mí, desde luego, no me sorprende que tengan que ver con los ovnis, ya que añaden the men in black una nueva y amenazadora dimensión al drama, y acrecentan el misterio de una cuestión que ya está saturada de elementos alucinantes. No hay duda de que son peligrosos, pero se trata de unas fuerzas inexplicables que vincent d onofriohan estado siempre con nosotros y que, mientras no hayamos aprendido los misterios de estas vidas elementales que pululan por el mundo, seguiremos en contacto con ellos por una u otra razón.